La tecnología

III Existe una gran variedad de colectores solares capaces de generar calor para procesos industriales. Para alcanzar las temperaturas requeridas, estos colectores necesitan concentrar la luz solar. Para ello, los rayos solares se reflejan la luz mediante espejos curvos (u otros materiales reflectantes), y la concentran sobre un receptor. Este receptor suele ser un tubo por el que circula el fluido de transporte. Para que los espejos sean capaces de reflejar correctamente el sol en todo momento, estos deben seguir su trayectoria. Para ello, se les incorpora accionamientos mecánicos.

Esquema solar

La superficie reflectante:

Es el componente encargado de reflejar y concentrar la energía solar. Suelen ser espejos u otros materiales reflectantes (aluminio pulido por ejemplo), a los cuales se le ha practicado un curvado.

Las superficies deben estar curvadas para además de reflejar, concentrar la radiación. El material más utilizado es el llamado “espejo de segunda superficie”. En este tipo de espejos la capa reflectante (nitrato de plata) se deposita debajo del vidrio transparente. Este vidrio debe tener un bajo contenido en hierro para poder reflejar lo máximo posible, de lo contrario parte de la energía sería absorbida por el vidrio y no reflejada hacia el receptor. Al vidrio de bajo contenido en hierro se le suele llamar “ultra-claro”.

El receptor:

El receptor o tubo absorbedor, suele ser un tubo por el que circula el fluido de transporte. Este tubo se suele pintar con un recubrimiento selectivo. Este recubrimiento aumenta la absorción de la radiación solar, y disminuye las pérdidas por emisión. Para reducir las pérdidas convectivas (por contacto con el aire), el tubo puede ir recubierto por un tubo de cristal al que se la ha realizado el vacío. Cuando el proceso industrial requiere temperaturas muy elevadas, es recomendable utilizar tubos con vacío, ya que de lo contrario las pérdidas al ambiente son significativas.